Historia


Este relato es un power point que he recibido y yo lo cuelgo esperando que el autor de el no se moleste con motivo de la festividad de San Anton
 
 Canelo--Una historia de lealtad

 Canelo era el perro de un hombre que afines de la década de los 80 vivía en la trimilenelaria ciudad de Cádiz, España.
 Una mascota que seguía  a su dueño a todas partes y en todo momento.
 Ese hombre anónimo vivía sólo por lo que el buen perro era su más leal amigo y el único compañero. La compañía y el cariño mutuo los hacia cómplices  en las miradas y hasta los gesto. Cada mañana se les podía  ver caminando juntos por las tranquilas calles de la ciudad cunado el buen hombre sacaba a pasear a su amigo.
  Una vez a la semana uno de esos paseos era hacia el Hospital Puerta del Mar, ya que debido a complicaciones renales, el hombre  se sometía a continuo tratamientos de diálisis.
 Obviamente, como era un hospital. No pueden entra animales el siempre dejaba a Canelo esperándole a las puertas del mismo: “Espera aquí, compañero”, y Canelo como siempre esperaba paciente a su amigo:
  El hombre salía de su diálisis y juntos se dirigían a su casa. Esa era una rutina  que había cumplido durante mucho tiempo.
  Cierto día el hombre sufrió  una complicación en medio de su tratamiento los médicos no pudieron superarla debió ser ingresado, y a los pocos días  falleció. Mientras tanto Canelo como siempre seguía esperando la salid  de su dueño tumbado junto a la puerta de el centro de salud .Pero su dueño nunca salio.
 El perro permaneció allí  sentado, esperando. Ni el hambre, ni la sed lo apartaron de la puerta. Día tras día, con frío, con lluvia, con viento o calor seguía acostado en la puerta del hospital esperando a su amigo para ir a casa.
 El personal del hospital intentaba que el perro se marchara, como le explicaban, que su dueño había fallecido, era imposible, el perro no tenia intenciones de separarse de allí.
 Los días se transformaban en meses, los meses en años.
 Los vecinos de la zona se percataron de la situación y sintieron la necesidad de cuidar al animal. Se turnaban para llevarle agua y comida y lograron la devolución e indulto de canelo una ocasión en el que alguien hizo una denuncia y la perrera municipal se lo llevo para sacrificarlo.
 Nunca se aburrió. Nunca se fue en busca de alimento.
 Nunca busco una nueva familia. Sabía que si su amigo había entrado por esa puerta, por ahí debía volver a salir para volver juntos a casa.
 La asociación agade lo adopto y se encargo de cuidarlo. Quisieron  darlo en adopción, pero el perro siempre huía para regresar una y otra vez a la puerta del hospital  a esperar a su querido y único amigo. La gente de Cádiz lo cuidaba y       Canelo se convirtió en el perro del pueblo, y en el perro de todos.
 12 AÑOS fue el tiempo que el noble animal paso fuera del hospital esperando la salida del hospital de su amo con amorosa, estoica e inquebrantable paciencia.
 La esperada llego a su fin el 9 de 2002, cuando tristemente canelo murió atropellado por un auto a las afueras del hospital, cuyo conductor huyo.
 La vida de Canelo se escurrió por la estela dibujada con su lealtad, pero nos dejo lo único que nos podía dejar: un inolvidable mensaje de amor. Canelo solo vivía para encontrarse con su dueño, y ahora en la muerte, por fin regresaba con el.
 La historia de Canelo fue muy conocida en la ciudad de Cádiz. El pueblo gaditano, en reconocimiento al cariño dedicación y lealtad de Canelo, puso su nombre al callejón y anexo al hospital en el que solía merodear y un relieve en la pared recuerda a este excepcional animal.
 A Canelo que durante 12 años espero a las puertas del hospital a su amo fallecido.
 El pueblo de Cádiz como homenaje a su fidelidad.